domingo, 13 de enero de 2008

Entre papas y jogosos melones



Avanzan mis pasos entre multitudes, oscilando entre los destellos de sol
Miro sin observar entre toneladas de gente,
camino y oigo estruendos de voces, solo intentando ofrecer su mercadería, tratando de captar mi atención, y ganar una venta.
Entre papas y jugosos melones, se achicharra mi mente, pienso en mi casa y en agua, solo quiero dejar esas benditas bolsas y descansar. En cambio ellos siguen gritando y su vida sigue avanzando, avanzando y avanzando. Siendo un avance solo de tiempo, pasan los años, sus voces se tornan mas débiles, sus manos se ponen mas rígidas, y sus movimientos mas lentos, y siguen gritando con las mismas ganas que de entonces…
Dejando entre cada uno de nosotros la marca del grito del feriante!!!!

Amarga lección


Si el tiempo avanzo y no pude notarlo
Si las hojas cayeron y no pude percibirlo
Si los callejones se cerraban y nada hacia para detenerlo
Créeme que fue un error, uno de esos que no se cometen más,
el cual lo tomo como una amarga lección…

Si no note cuando tus manos se alejaban hacia otras,
Si no me percate cuando tus ojos no miraban los míos,
Si no asimile tu distancia masiva
Y no escuche tus sutiles pero ensordecedores gritos del interior,
fue por idealizar tu amor y centrar total atención en la desconfianza de mi sentir, olvidando por completo que también sentías.
Créeme que fue mi error… y como amarga lección nuevamente la tomo.

Mientras tus piernas permanecían enlazadas a las mías
Mientras mis manos acariciaban nuestra estela
Y nuestros labios seguían unidos y palpables
Nuestras almas volaban muy lejos
y nuestros corazones dejaban de latir como antes,
entrando en un ocaso irreparable,
que ninguno de los dos era capaz de aceptar.

Toda la vida que construimos unidos, quedara tan impregnada en nuestra esencia
Que ningún lavado podrá limpiarla y menos borrarla
Y aunque nuestras almas unidas no estén,
Aunque nuestros labios jamás vuelvan a rozarse y nuestros latidos pertenezcan a otros,
La complicidad de lo vivido jamás desaparecerá, y se guardara entre los recuerdos y quedara aquí dentro.

¿De los errores? …ni hablar!!!
¿De las mentiras? …ni recordar!!!
¿Mi dolor?... ese aun no puede sanar!!!
Pero se que correrán las lunas, vendrán nuevas primaveras y caerá agua que podrá limpiar y borrar parte de este.

Camino



Mientras el pavimento roza las ruedas,
la lluvia cae y resbala sobre el vidrio,
y mis ojos encandilados están con los tuyos.
Mis oídos susurran la oscura respiración de la noche,
en donde la única luz, emerge del farol entre las montañas
que quiebra de inmediato nuestro secreto de mañas.
Seguimos avanzando, pasando entre las alboradas,
y nuestras manos se vuelven locas por estar rodeadas,
rodeadas de deseo, envueltas en calor, y flotando entre nuestras espaldas.